Sobre la
vigencia del Bolerista de América y su presencia perenne en nuestra memoria
cultural
Nada
relacionado con Felipe Pirela me es ajeno. No porque conozca mucho o poco acerca
de él sino por la admiración que siempre ha despertado en mí su don para el
bolero. Todo lo que se relacione con ese caballero motiva mi atención. Mi tía
Eloína es del mismo parecer. Suele decir que Pirela no es ni maracucho ni
venezolano, es universal. Ambos somos fanáticos radicales en ese aspecto. De
allí que además aplaudamos sin remilgos todo lo que se haga para preservar su
memoria y difundir su música. Hay muchos
y muy buenos intérpretes del bolero —dice ella—, pero Felipe es Felipe.
Y Pirela está
siempre de moda. No ha pasado inadvertido. Entrecomillo aquí sus
interpretaciones más afectas a mi parienta. No se consagró como “sombras nada más”. Ha
sido bien y “mal querido”. Con él no hay desencanto que no sea un “injusto
despecho”, ni “espumas” que no conduzcan a pensar que “ese bolero es mío”. Su
cantar siempre “sigue de frente” para “cuando estemos viejos” y jamás
olvidaremos que alguna vez nos relató cómo “el son se fue de Cuba” y no ha
regresado. Desde hace unas cuantas
generaciones, muchos llevamos en el tarareo alguna letra cantada por el
Bolerista de América.
Lo hemos
recordado mucho más en estos días porque, desde finales del año pasado, Pirela está en las pantallas de algunos cines.
No me detendré a hacer lo que no me compete; no voy a reseñar la película El malquerido (2015), de Diego Rízquez,
porque ya lo hizo Juan Antonio González en este mismo medio. Baste indicar el
enlace para quienes no lo leyeron: “Un
(des)apasionado bolerista”, 18-12-2015). Y si esa no bastare, en otro
espacio, hay una más de Alexis Correia: “Chino, no te quiero”,
29-12-2015).
De Felipe se han ocupado antes Luis Ugueto (con
una muy rigurosa biografía, Felipe
Pirela. Lo que es la vida, 2006, 2009; y un magnífico documental, Felipe Pirela, el hombre detrás de su música,
2009), Eduardo Fernández (con otra interesante aproximación biográfica, Felipe Pirela, su vida, 2012) y José Napoléon
Oropeza (con una novela, Entre el oro y
la carne, 1989). Existe además una Fundación Felipe Pirela cuyo sitio en la
Internet es www. http://fundafelp.com.ve.
Y ahora Rísquez lo ha incluido en su repertorio fílmico. La película tendrá el
mérito de ser el primer largometraje dedicado al maracucho universal. Y eso no
es poco.
Pero si los
espectadores del futuro tomasen esa supuesta biopic (biographical picture) como
una representación fidedigna, pues cambiará un poco lo que sabemos de Pirela. Y
quedarán fuera aspectos importantes de su carrera artística.
Soy narrador
y tengo muy claro que la ficción es ficción. Y que para un creador (de
cualquier naturaleza) la realidad es apenas un referente al que puede manipular
a su antojo. El resultado siempre es una interpretación, no un retrato. No
obstante, nada me niega el derecho a opinar. Luego de celebrar que Pirela haya
despertado la atención de un cineasta, pues, como espectador que se movió para
ir a la sala, opino en tuits sobre lo
que yo discutiría:
Si es por el
filme, jamás se conocerán algunas de las oscuras golondrinas que pulularon
detrás de la vida turbulenta y tormentosa del cantante.
La historia
se focalizó mucho más en lo personal que en la carrera profesional del artista.
Como zuliana, mi tía
Eloína se pregunta cuál es el interés en adjudicar a la madre del pelotero Luis Aparicio algo que no le correspondió.
Quien no entienda inglés
se perderá la extensa pregunta (sin subtítulos) que a Felipe le hace un
periodista angloparlante y a la cual responde en “maracuchian inglish”: “¡Néber!”.
La incorrección política de su suegra marcó y
mancó la trayectoria del cantante y en la peli se alude a no tocar nada
político. E inexplicablemente no se toca.
Entre otras carencias
narrables, no hay referencia al músico Juanito Arteta, personaje muy vinculado
al comienzo de la vida artística del cantante.
La escena del asesinato
en la playa resulta narrativamente artificiosa y mucho más los golpes de pecho
y el grito “¡Yo soy Felipe Pirela!”.
Nada sobre el indulto
nunca concedido que alguna vez solicitó el cantante al gobierno de turno para
poder regresar al país.
De todo esto,
lo importante es que Felipe sigue ahí y
que cada vez sabemos más de él. Como el bolero, su existencia es ya parte de
los mitos venezolanos. Su corta pero incansable y vertiginosa carrera ha
contribuido a convertirlo en el ídolo irrepetible que es hoy y así permanecerá
en la memoria cultural, atado al bolero como si fuera su par.
Quizás
parezca a algunos poco interesante, pero
su verdadera fecha de nacimiento ha sido ya aclarada. Tengo en mi
archivo una copia de su partida de nacimiento que amablemente me remitió hace
poco una joven admiradora suya (Darimar García, a quien en agradecimiento
dedico esta duda melódica) y en la que se indica que el bolerista nació
realmente el 3 de septiembre de 1940 y no un año después como se creía
(04-09-1941).
Desde el 15 de septiembre de
2012, Pirela reside para siempre en el Panteón de los Zulianos Ilustres.
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Publicado originalmente en www.contrapunto.com (24 de enero de 2016).
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1 comentario:
Bienvenidos a la Teocracia, el gobierno de Dios
Teodoro Darnott le invito a conocer el inicio de lo que se convertirá pronto en el más poderoso movimiento revolucionario que ha de cambiar la faz social y política de Venezuela de la democracia hacia la teocracia.
Teocracia Venezuela propone la construcción de una sociedad cristiana bajo un pacto constitucional cristiano, lo que implica un gobierno y un estado cristianos. La república Cristiana Teocrática De Venezuela.
Dios ha estado anunciando que levantará a Venezuela como la primera teocracia de América. La voz de Dios ha salido en primer lugar de la boca de Teodoro Darnott en el 2006 luego a traves de Alexis Moncada del Estado Táchira; Ver esta página: atalayavenezuela.blogspot.com/p/introduccion-este-es-un-material.html a
-En ninguna manera. Para que cualquier nación aspire a su salvación tiene que pasar por un proceso igual al de Ninive: arrepentimiento y conversión nacional. Esto es lo que estamos pidiendo a todo el pueblo de Venezuela.
Pero todo esto nos lleva primeramente a un proceso de perdón nacional, de, de reconciliación nacional y por ultimo de unidad nacional. No unidad en nuestras diferencias, sino en lo único que nos puede dar una verdadera unidad por encima de todas nuestras diferencia, me refiero a un Dios, una ley de ese Dios y un pueblo santo que seriamos todos los venezolanos.
Mi persona y el resto de los hermanos que integramos Teocracia Venezuela nos comprometemos para con Dios y para con todo el pueblo de Venezuela en avanzar en este proceso. Ponemos todo nuestro empeño en aceptar todos estos cambios que Dios demanda de nosotros para la transformación nacional y llamamos a todos los venezolanos a seguirnos en este camino que sin duda nos conducirá a la liberación y salvación de nuestro país.
Es este deseo lo que me lleva a escribirle a fin de encontrar alguna palabra de solidaridad que me de fuerza moral y espiritual para seguir adelante anunciando a Venezuela y a América la solución de Dios para todos nuestros pueblos, esto es, la Teocracia Cristiana como ordenamiento jurídico, social, político, cultural-espiritual. El levantamiento en América de las sociedades nacionales cristianas, donde la gente y los recursos estén al servicio de la gloria de Dios y de Cristo.
Gracia amado (a) por el momento de su tiempo que me ha dispensado. Que Dios nuestro padre le bendiga abundantemente a usted y a su familia con toda clase de bendiciones del cielo y de la tierra, y que la paz y el amor de Jesucristo abunde para gracia en su corazón.
Atte
Teodor R Darnott
Precursor de la Teocracia para Venezuela y América Latina
Teocracia Cristiana Venezuela Visite nuestro sitio web en www.teovczla.blogspot.com
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